Cada vez son más los consumidores que se preocupan por su salud y por consumir alimentos saludables, pero hay que tener cuidado porque no todo los que se venden anunciándose así lo son. Por eso debes prestar atención a estos consejos antes de comprar alimentos “saludables” para asegurarte que relamente lo son.
Muchos de los alimentos que son vendidos como saludables, ‘light’ o dietéticos, en realidad no lo son tanto. En la mayoría de ocasiones, el consumidor compra y se fía de las propiedades de esos alimentos o comidas, sin prestar atención a la tabla nutricional que es la que realmente nos da la información que necesitamos conocer sobre ese producto concreto.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que porque un producto sea sano o dietético, no significa que se pueda abusar de su consumo, ya que menos, pero sigue aportando calorías. Por último, hay que destacar que muchos de estos productos especiales están diseñados para un tipo de persona o una dieta concreta (sin azúcares, con menos hidratos de carbonos, con más vitaminas y minerales, ricos en proteínas…), por lo que no están indicados para todo el mundo.
Qué tener en cuanta al comprar alimentos saludables
De ahí que sea fundamental antes de comprar alimentos saludables tener en cuenta una serie de pautas:
– Ver siempre el etiquetado del producto para saber los ingredientes y la composición que tiene de macronutrientes fundamentales como son las grasas, proteínas y los hidratos de carbono.
– Los productos light suelen ser bajas en azúcares y grasas, pero es importante saber si contienen grasas saturadas o insaturadas para saber si realmente estamos comprando un alimento saludable o no.
– Evitar a toda costa las grasas trans y saturadas. Ambas son muy nocivas para la salud (en especial las “trans”), aumentando el colesterol “malo” (LDL), y disminuyendo el “bueno” (HDL). Muchas empresas las camuflan con la denominación de “grasas vegetales”, sin dar más detalles. Además, son muy utilizadas porque son muy beneficiosas para las empresas, que no para los consumidores: económicas, mejoran la duración de los productos, su sabor… Sin embargo, la realidad es que muchos expertos consideran que deberían estar eliminadas de la dieta de las personas.
– Si un producto no incluye, al menos, su denominación exacta, la lista completa de ingredientes y el porcentaje que incluye de cada uno, no nos debemos fiar y, por tanto, lo más correcto por nuestra parte es dejarlo en el estante del supermercado.
– Del mismo modo, al comprar alimentos saludables es importante comprobar la fecha de caducidad, que se explican las condiciones de conservación y uso, el lugar de origen y el número de lote.
FUENTE: https://www.cosasdesalud.es
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