Se sabe que el buen descanso es reparador. Y que los adultos deben dormir por día mínimo ocho horas para rendir en sus actividades y mantener un buen estado de salud. En los niños, el sueño es, además, motor de crecimiento.
Pero lo cierto es que el ritmo de vida cambió, el día laboral se prolongó y en promedio las personas duermen dos horas menos que hace 20 años. Además, con la llegada del celular, las computadoras, la televisión e internet se estimulamos de más el cerebro, exponiéndose a la luz artificial hasta la madrugada, lo que impide que el organismo entre en la fase de reposo. El «combo» lleva a que muy pocas personas logren la meta de descanso recomendada. No sólo la cantidad de horas es una utopía imposible de lograr para muchos, sino que la calidad del sueño durante las horas que se duerme también deja bastante que desear.
Bajo el lema «Sueño saludable, envejecimiento saludable», el Día Mundial del Sueño, creado y organizado por World Sleep Society, y que se conmemora hoy, busca generar conciencia de los beneficios para la salud y la calidad de vida que el buen descanso proporciona.
El médico neumonólogo Eduardo Borsini es coordinador de la Unidad de Sueño del Hospital Británico y aseguró que «lograr una buena calidad y cantidad de sueño mejora las posibilidades de tener buena salud física, cognitiva y emocional». «En un adulto reduce riesgos de obesidad e hipertensión y protege contra los deterioros de la edad y enfermedades como el Alzheimer, incluso se ha asociado a la reducción de las tasas de depresión».
«Para muchos adultos, dormir de siete a ocho horas puede ser determinante para mejorar su salud física y mental. Investigaciones recientes muestran la importancia de la cantidad adecuada de sueño para la salud del cerebro, ya que, durante el sueño, el cerebro elimina toxinas potencialmente dañinas para el envejecimiento del cerebro que se acumula durante el día mientras estamos despiertos», destacó el especialista.
Más conscientes, pero menos dormidos
La encuesta The Global Pursuit of Better Sleep Health (La búsqueda mundial de una mejor salud del sueño), realizada por el Grupo KJT en nombre de Philips, líder mundial en tecnología de la salud, estudió a 11.006 adultos de 12 países para recoger las actitudes, las percepciones y los comportamientos en torno al sueño. Los resultados mostraron que mientras aumenta la conciencia sobre el efecto del sueño en la salud general, para muchos en todo el mundo, lograr una salud del sueño de calidad sigue siendo difícil.
El relevamiento anual demostró que a pesar de que el 77% de los adultos encuestados reconoció que el sueño tiene un efecto sobre la salud, el 62% admitió que duerme «sólo algo bien». Y el 44% afirmó que su sueño empeoró en los últimos cinco años. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), alrededor de 70 millones de norteamericanos sufren de problemas crónicos de sueño y de una mala salud del sueño, que se traduce en la privación del sueño, la cual tiene una gran correlación con la depresión, la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades neurocognitivas e incluso el cáncer.
La encuesta recabó información de adultos de Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Japón, Países Bajos, Singapur, Correa del Sur y los Estados Unidos. Los hallazgos mostraron que la mayoría de los encuestados preferirían consultar en internet que a un médico cuando se trata de asuntos relacionados con el sueño. Ocho de cada diez adultos del mundo quieren mejorar la calidad de su sueño, pero la mayoría (el 60%) no buscó la ayuda de un profesional médico. Cuando se enfrentan a problemas de sueño, los encuestados dijeron que también es más probable que recurran a fuentes de información en línea para sus inquietudes con respecto al sueño. Aún más preocupante, el 65% de los que informaron tener apnea del sueño nunca usaron la terapia de apnea del sueño para tratar su enfermedad, o ya no la usan.
«Estos datos sugieren que mientras la gente se está despertando a la realidad de que el sueño es fundamentalmente importante, para la mayoría de la gente lograr un sueño de calidad sigue estando fuera de su alcance», reconoció Mark Aloia, PhD, líder mundial en cambio del comportamiento y cuidados respiratorios y del sueño en Philips. «Si queremos tomarnos en serio el sueño y abordar los aspectos sociales y emocionales de un sueño deficiente, debemos comenzar a demostrar que podemos abordar estos problemas de manera fácil y significativa con el apoyo de una sólida ciencia clínica».
La encuesta también descubrió que el 76% de los adultos del mundo experimenta al menos una afección de la lista que afecta su sueño, donde el insomnio (37%) y los ronquidos (29%) son los más comunes, un aumento con respecto a la encuesta de 2018, que había mostrado que el 26% informaba insomnio y el 21% ronquidos, respectivamente.
El médico neumonólogo Facundo Nogueira, jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas, dio una serie de recomendaciones para mejorar la calidad y cantidad de sueño.
– Darle al sueño la importancia que tiene. Dormir no es una pérdida de tiempo ni resta capacidad para hacer otras cosas. Sino todo lo contrario, un descanso adecuado nos permite estar plenos durante el día. Los especialistas recomiendan descansar entre siete y nueve horas diarias.
– Reducir la exposición a pantallas después de las 23 ya que el uso del teléfono celular en horas de descanso equivale a tomarse una taza de café o comer chocolate, dos factores que colaboran a retrasar el sueño. Permitir que el cuerpo sepa que se acerca la hora de dormir y pueda relajar.
– Ser prolijos con la alimentación. La cena no debería ser la comida más importante del día. Evitar las comidas pesadas en la noche porque prolongan el proceso de digestión en momentos en que debemos dormir. Respetar las cuatro comidas del día.
– Hacer actividad física regular. Dos a tres veces por semana, preferentemente por la mañana y la tarde. No durante la noche, ya que contrario a lo que se cree, hacer deporte en la noche es contraproducente para el organismo.
El síndrome de apneas-hipopneas obstructivas durante el sueño (SAHOS) es uno de los más comunes en los adultos mayores
– Siesta. Una buena siesta puede ser necesaria en momentos en que una persona está realmente cansada. No deben ser largas, conviene que no excedan los 20-30 minutos. De lo contrario el cerebro es desorientado sobre los procesos metabólicos.
– Evitar el consumo de cafeína después de las 17. Cuidado con el chocolate, café, y las bebidas cola, por su alto poder estimulante.
Un espacio para pacientes y familiares
El Hospital Británico, como delegado de la World Sleep Society en Argentina, organiza hoy un taller abierto y gratuito, de 18 a 20, en su Sede Central.
Destinado a enfatizar la importancia del sueño en la calidad de vida de la edad madura, el taller está dirigido a apoyar a quienes tienen algún trastorno respiratorio durante el sueño.
Además del taller organizado en el marco de esta celebración, el Hospital Británico reúne el tercer jueves de cada mes a pacientes, familiares e interesados en la problemática en su«Escuelita de Sueño», abierta y gratuita. Manejo básico de los trastornos de sueño más frecuentes -Uso de terapias específicas para las apneas del sueño.
FUENTE: Infobae
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