El comienzo de un nuevo año suele acarrear una serie de objetivos a cumplir, asignaturas pendientes, algunas más realistas que otras. El cuidado de la salud debería de ser una meta para todos y para ello la herramienta fundamental es el chequeo, una revisión exhaustiva y coordinada por un profesional que tenga una visión global de la medicina.
Los especialistas recomiendan, a partir de los 40, la realización de un examen general año a año para prevenir patologías que luego se puedan volver crónicas. Si existen antecedentes personales y/o familiares, como riesgo cardiovascular, tumores, obesidad, hipertensión, diabetes, o tabaquismo, esa edad se podría adelantar a los 35 años.
Un buen chequeo, debe incluir tres partes: historia clínica, antecedentes y exploraciones. Parte del chequeo implica que el médico hable con el paciente, pregunte, conozca su estilo de vida, los factores epidemiológicos, que influyen notablemente en la salud de la persona: hábitos laborales y entorno social y familiar.
Por último, el médico dispondrá de la realización de una serie de pruebas específicas: analítica general, espirometría, ecografía abdominal, chequeo cardiológico, examen de otorrinolaringología y examen oftalmológico.
Además, en el caso de las mujeres se debe incluir un examen ginecológico a partir de los 30 años; en el de los hombres, un chequeo urológico a partir de los 40.
Fuente: saludalia.com
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